viernes, 22 de enero de 2010

CUENTOS E HISTORIAS DE LOS ALUMNOS

EL OBJETIVO
(Por Esther González Parejo)
  
     Sólo pienso en llegar a ese punto..., el de los mapas. Mi nombre es James y soy arqueólogo. Viajo solo por el medio del desierto. Pensaréis que soy estúpido, pero todo esto tiene un porqué.
     Mi padre me dejó en herencia estos mapas. Forman parte de una colección y muestran el punto exacto donde se encuentra el mayor antiguo fósil que existe. Mi padre y su compañero Robert lo encontraron en una de sus expediciones por el Sáhara, pero, por falta de recursos, lo dejaron allí.
     Ya sólo pienso en agua. Se me acabó cuando llevaba diez días de camino y cada dos por tres imagino un oasis cerca de mí, pero cuando me acerco... desaparece.
     No sé si me estoy volviendo loco, llevo once días andando con el calor infernal del día y durmiendo en el aire helado de la noche.
    En el mapa, se indicaba que eran seis días de camino; espero encontrarlo mañana o abandonaré.
    Vuelvo a ver el maldito espejismo pero esta vez no desaparece. Me arriesgo y me acerco a ver si es agua. ¡Por fin! ¡Agua de verdad! Bebo todo lo que necesito y más. Además, me doy un baño..., ya me hacía falta.   
    Cae la noche. Al menos, he comido, bebido y he podido lavarme. Será la mejor noche y si encima encuentro el fósil mañana... Este es el uúltimo día de mi expedición. Si hoy no lo encuentro..., abandonaré.
     Ha pasado la mitad del día. Caminando me encuentro con Robert pero ¿qué hace aquí? Hablo con él y me cuenta que también buscaba el fósil. Sólo deseaba verlo una vez más.
     Continuamos el camino juntos y llegamos hasta nuestro objetivo.Habíamos alcanzado el punto exacto que señalaban los mapas.  Estábamos justo encima de él. Una tormenta de arena lo había casi desenterrado. Entre el viejo Robert y yo lo descubrimos casi por completo.
     Desde allí, llamé a un camión que me esperaba desde el inicio de mi aventura en uno de los extremos del desierto.
     ¡Por fin pude cumplir con el sueño de mi padre!